Cerro Shunín: Es una montaña que se ubica a 20 minutos del catón el Tambo, es un excelente mirador de la ciudad y las cadenas montañosas de los Andes, en su cima es posible encontrar una pequeña elevación, que según los moradores del sitio es un volcán, a esto se suma el hecho de que en la parte media de esta montaña se encuentran unas ruinas perteneciente a los incas, a las que se le conoce como "El horno de los Incas". Es posible observar una vegetación endémica como las gramíneas, el chocho, romerillo de páramo, valeriana, gencianas, lorantáceas, campanuláceas, sangre de toro, cacho de venado y en cuanto a fauna se refiere, los más dominantes de la región son los conejos silvestres, aves, insectos e invertebrados.
Cerro Rumisapa: A diez minutos del cerro Shunín, encontramos una montaña con formaciones geológicas que dan lugar a la imaginación de quienes la visitan, montañas conocida como Rumisapa, un lugar que invita al disfrute de la naturaleza, con accesos difíciles pero muy llamativos, al ascender nos encontramos con vegetación paramuna, abundante frío y viento, destacándose los romerillos de páramo, campanuláces, helechos, musgos, valeriana, pajonales, hongos, rabos de mono, orquídeas de páramo, lengua de vaca, gulag, líquenes. Las piedras fruto de el paso del tiempo son grandes, con presencia de plantas parasitarias como los huicundos (bromelias) tienen forma de rana, fauces de lagarto. Y hablando de fauna es significativa en el área sobre todo para conejos de páramo, aves y los insectos especialmente los ortópteros.
Puente de San Antonio: A 30 minutos del cantón el Tambo, se puede apreciar el puente de San Antonio, por donde atraviesa un gran tramo de la ruta del tren procedente del Norte del país. En el lugar es posible observar la estructura del puente, sus grandes soportes de hierro, clavos de hierro, y los durmientes en franco deterioro. El sitio se complementa con la vista al río San Antonio, en donde el turista puede disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, el movimiento de las aguas del río en donde el paisaje permite realizar fotografías, recorridos por trochas, piedras de río de gran tamaño, en donde se puede observar una vegetación característica como son las melastomataceas, gramíneas, huicundos, musgos, helechos, chocho silvestre, suros, mora silvestre, inga poleo, taxo, entre otros.
Complejo arqueológico de Coyoctor: Según estudios efectuados en el complejo, hacen referencia que no es correcto llamar "Baños del Inca" sino Coyoctor, porque los Baños del Inca solamente constituyen una parte del amplio complejo arqueológico localizado en este sector. Y, de hecho, es posible encontrar por lo menos cinco estructuras diferentes como son: Los Baños del Inca, El altar Cañari, Yanacauri, Ingaloma y el cementerio. En la actualidad se ha realizado nuevas excavaciones y descubrimientos que ha cambiado por completo la connotación de Coyoctor. En el lugar el turista podrá observar las nuevas estructuras arqueológicas adaptadas con caminarías, iluminación, en donde se realizará la explicación de todo el complejo, sumando a esto en el sitio se encontrará con un centro de interpretación turística, el mismo que exhibirá folklore, tradiciones, costumbres, formas de vida, características de las comunidades, existirá un área para la flora, fauna, fotografías, fiestas tradicionales y un centro virtual en donde estarán disponibles multimedios con videos, información escrita, fotografías, en varios idiomas.
El Qhapaq Ñan: Junto a Coyoctor existe la presencia del camino del inca, en donde se puede observar los cantos rodados, piedras colocadas estratégicamente, así como los desagües a los lados del camino para las escorrentías de las aguas lluvias, para evitar los encharcamientos. Es un ramal que se pretende involucrar de forma directa como punto de conexión con Ingapirca.