Anualmente, entre los meses de julio a septiembre, es posible observar a las ballenas jorobadas en el área marina del Parque Nacional Machalilla. Se estima que viajan cerca de 7 000 km, desde las frías aguas de la Antártida hasta Machalilla, únicamente para reproducirse y en busca de alimento en aguas tropicales. En septiembre de 1990 la zona marina del Parque fue declarada sitio Ramsar; playas e islas están adornadas por arrecifes rocosos con abundante vida marina, óptimo escenario para quienes gustan del buceo. El sitio incluye las desembocaduras de algunos ríos, arroyos estacionales y los remanentes de bosque seco tropical.

Parque Nacional Machalilla

TURISMO 

El PNM es una de las áreas protegidas continentales más visitadas del país, lo cual se relaciona sobre todo con la temporada de avistamiento de ballenas. La principal vía de acceso es la carretera que une Puerto López–Jipijapa hacia el norte y La Libertad hacia el sur. Por esta vía se accede a todos los atractivos del área.

Los Frailes: Al sur del poblado de Machalilla (a 12 km al norte de Puerto López) se encuentra una zona particularmente bella por sus acantilados y playas, a las que se llega atravesando un hermoso bosque seco que exhibe especies de flora y fauna típicas de la zona. En lo referente a paisajes, es el sitio más placentero del Parque, y también el más visitado por sus facilidades de acceso, además, hay un área de estacionamiento a pocos metros de la playa. También se puede recorrer a pie un sendero autoguiado de 4 km que pasa por las playas de Tortuguita y Playita. Existe un mirador en la parte más alta del área, donde se tiene una vista espectacular de los alrededores, incluidos los islotes Sucre y Horno de Pan.

Puerto López: Esta población es el centro de operaciones del Parque, aquí se encuentran las oficinas administrativas y el Centro de Interpretación Ambiental. Es también el principal puerto de salida de las excursiones para observar ballenas y visitar la Isla de la Plata. En Puerto López se pueden encontrar servicios de alimentación y hospedaje. 

Comuna de Agua Blanca: Ubicada a 5 km al norte de Puerto López. Es un lugar con restos de cerámica precolombina y estructuras arquitectónicas. En esta zona se han descubierto las ruinas de la capital ancestral del Señorío Salangóme, el cual albergó alrededor de 5 000 personas y cientos de edificaciones, ordenadas con un patrón muy distinto del andino. Existe un museo arqueológico y un sendero autoguiado de aproximadamente 2,5 km.

San Sebastián: Su acceso está a 10 km más al sur de la Comunidad de Agua Blanca, aunque se puede llegar también desde Río Blanco. En este trayecto se pueden diferenciar tres zonas de vida bien marcadas: el bosque seco caducifolio, junto al mar; el bosque seco semicaducifolio, con una altitud mayor que el anterior y, finalmente, en la parte más alta, se encuentra el bosque húmedo o de garúa. El recorrido puede hacerse en caballo. Se recomienda una visita de varios días, el hospedaje puede ser facilitado en la Comuna de Agua Blanca.

Salango: A 5 km al sur de Puerto López está la pequeña población de Salango, importante por su Museo Arqueológico que muestra restos de las culturas precolombinas de la región. Además, hay un Centro de Rescate que recupera animales nativos mantenidos en cautiverio o heridos.

Isla de La Plata: Localizada a 37 km de Puerto López. Esta isla inició el turismo hace pocos años, por lo cual su estado de conservación es bastante bueno. El nombre, según la leyenda, se debe a que un pirata del siglo XVI, Sir Francis Drake, dejó escondido en la isla su tesoro, obtenido en los atracos a navíos españoles. Durante el recorrido hacia la isla se pueden observar delfines y mantarrayas; y, de junio a septiembre de cada año, con toda seguridad, ballenas jorobadas. Al igual que en las Galápagos, la Isla de La Plata presenta una avifauna muy interesante, que incluye colonias de piqueros patas azules, patas rojas y enmascarados. Para los aficionados al buceo de superficie, pueden ver bajo el agua infinidad de formas y colores plasmados en los más extraños organismos. 

Sus pequeñas playas y acantilados son recursos escénicos muy importantes, similares a los que se puede encontrar en Galápagos. Sin embargo, no existe infraestructura turística, salvo dos senderos que inician en Bahía Drake: Punta Machete de 3 km de distancia y Punta Escalera de 5 km. Ambas atraviesan colonias de aves, vegetación y hermosos paisajes.

Islas El Ahorcado y Salango: Se llega a estas islas en aproximadamente 30 minutos de navegación. Es una zona atractiva, especialmente para la práctica de buceo, por los impresionantes arrecifes rocosos.

Sendero Ecológico El Rocío: Ubicado a 5 km al norte de Machalilla, cercano a Pueblo Nuevo. Llaman la atención en este sendero los longevos árboles de cascol y guayacán (300 años de vida) que se encuentran al interior de un bosque seco tropical.

El Parque Nacional Machalilla (PNM) es una de las áreas protegidas más extensas de la costa ecuatoriana y comprende dos zonas: una terrestre (56 184 ha) y una marina (14 430 mn). Está ubicado al suroeste de Manabí formando parte del corredor hidrogeográfico de la Cordillera Chongón-Colonche, cuyas cadenas montañosas se elevaron durante el Oligoceno (hace 36 millones de años). 

Sus principales drenajes son los ríos Jipijapa, Salaite, Seco, Punteros, Buena Vista, Piñas y Ayampe. Tanto el área marina como la zona terrestre, por su ubicación geográfica, frente a la zona de convergencia de las corrientes fría de Humboldt y cálida del Niño, particularidad que provoca que las precipitaciones sean muy limitadas, pero con variables de acuerdo a la altitud y a la profundidad. Se muestran diferencias de climas: tropical árido, desde la desembocadura del río Buena Vista, a subcálido pre-montano (sobre los 840 m) en los cerros Perro Muerto y Punta Alta. 

Área Marina - hábitat

En la zona marina encontramos diferentes tipos de hábitat:

Arrecifes rocosos: En estos arrecifes se han formado algunos parches de coral y su dinámica es muy parecida a la de los arrecifes coralinos. Se encuentran rodeando islas, islotes como en Punta Pedernales, Punta Salaite, Sucre, Punta Lloradora, Punta Los Frailes, Punta Cabuya y Horno de Pan. En la Isla de La Plata estas formaciones se localizan en toda la cara norte y este. También se encuentran en la playa de Bahía Drake, siendo estos relativamente pequeños con fuertes pendientes como: en Punta Escalera, Punta Machete, Punta Palo Santo y en el sector El Faro. Ambos tipos de arrecifes (rocosos y coralinos) llegan a profundidades entre los 20−25 m. Entre el continente y la Isla de La Plata existe un arrecife a poca profundidad, el Bajo de Cantagallo, que se caracteriza por ser una planicie rocosa, de extensión y forma desconocida. En las cercanías de este Bajo se reproduce la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae), y parece ser un corredor de migración de otros mamíferos marinos. Estos arrecifes presentan una gran diversidad de ictiofauna e invertebrados, y funcionan como “guardería” para ciertas especies de peces que veremos bajo el subtítulo de Fauna.

Las macroalgas son relativamente un componente poco común de los arrecifes, sin embargo, juegan papeles significativos en estos ecosistemas. La influencia de las algas, en la dinámica del sistema, puede indicarse en cinco categorías: (1) productividad y aporte a la red alimenticia, (2) control del área superficial, (3) efectos en la estructura del arrecife, (4) ciclos de materiales y (5) creación y alteración del hábitat. Son características de estos ecosistemas: las algas verdes del género Caulerpa, Chaetomorpha, Codium, Enteromorpha y Ulva (Clorophyta); algas rojas ubicadas en las zonas expuestas de los arrecifes como Corallina sp., Haliciona sp. (Rodophyta); Dictyota sp., Padina sp. (Phaeophyta).

Playas y bajos arenosos: Son zonas de constante modificación debido a los cambios de marea (alta y baja). La presencia, abundancia y distribución de ciertas especies depende directamente del grosor de las partículas de arena. Las principales playas son: Los Frailes, Salango, Puerto López, Salaite y Bahía Drake.

Área terrestre - flora

La riqueza florística del PNM es muy importante por su abundancia y endemismo. En 1998 se registraron 150 especies endémicas en la zona (Zambrano y Vargas 1998). En las partes altas del Parque existen grandes árboles maderables que tienen categoría de amenazados, como el Simira standleyi (Rubiaceae), el cual está en peligro crítico y posiblemente extinto localmente; además, la tagua o cade (Phytelephas aequatorialis), el molinillo (Matisia grandifolia, Capparis heterophylla), el chalá (Croton rivinifolius) están catalogadas en peligro por la UICN. 

Las familias representativas de la zona son: Bombacaceae, Boraginaceae, Burseraceae, Cactaceae, Caesalpinaceae, Capparaceae, Caricaceae, Convolvulaceae, Euphorbiaceae, Fabaceae, Mimosaceae (dicotiledóneas), Arecaceae, Araceae y Bromeliaceae (monocotiledóneas). 

La vegetación que se encuentra a orillas de los ríos tiene características de bosque seco semideciduo. Los grandes matapalos (Ficus sp.) son componentes de esta vegetación de ribera y se han diversificado en un alto número de especies. La variedad de epífitas no es tan alta como su densidad, incluso en el follaje de los árboles se encuentra gran cantidad de musgos adheridos, los cuales retienen la humedad del ambiente. Se han reportado cuatro especies de orquídeas endémicas11C: Dimerandra rimbaxhii, Erythrodes ecuadorensis, Macrolobiun manabinum, y Rodriguezia strobelli.

Formaciones vegetales: El PNM se encuentra ubicado en la Subregión Centro de las formaciones naturales de la costa ecuatoriana, con varios tipos de vegetación según sus variaciones altitudinales:

Sector Tierras Bajas 

Bosque semideciduo de tierras bajas:  (100–300 msnm): Se caracteriza por presentar una vegetación dispersa que crece en pendientes. El sotobosque es muy denso y el estrato superior, que alcanza los 10–15 m de alto, posee especies espinosas y algunas plantas que pierden su follaje estacionalmente. La diversidad de esta formación es relativamente alta y se pueden observar árboles tales como: Triplaris cuminga, Coccoloba mollis (Polygonaceae), Trema micrantha (Ulmaceae), Heliconia latispatha (Heliconiaceae), Piper amalago (Piperaceae), Philodendron purpureiviride (Arecaceae).

Bosque deciduo de tierras bajas:  (50–200 msnm): Se caracteriza por perder sus hojas durante los meses de verano. La topografía de estos bosques va de plana a ondulada; los suelos son franco arcillo–arenosos y relativamente pobres en nutrientes. El estrato superior no sobrepasa los 6–8 m de altura, excepto por los árboles de ceibo, que pueden medir cerca de 15 m. Las especies más comunes son: ceibo (Ceiba trichystandra), Armathocereus cartwrigtrhianus (Cactaceae) y algunas plantas espinosas como el algarrobo (Prosopis juliflora) y la acacia (Acacia macracantha). Otras de igual importancia son: laurel (Cordia alliodora), guasmo (Guazuma ulmifolia), Cynometra bauhinifolia (Caesalpinaceae), jaile (Eriotheca ruizi), Trichilia mostacha (Meliaceae).

Matorral seco de tierras bajas: (sobre los 100 msnm): La flora es seca, espinosa y pequeña (hasta 6 m de altura), con presencia de cactos columnares como por ejemplo Monvillea difusa (Cactaceae). Además, podemos encontrar especies como: manzanillo (Hyppomane mancinella), palosanto (Bursera graveolens), muyuyo (Cordia lutea), barbasco (Jacquinia sprucei), chalá (Croton rivinifolius), Ipomoea carnea (Convolvulaceae), papayo (Carica parviflora), Tillandsia latifolia y Vrisea barclayana (Bromeliaceae).

Sector de la Cordillera Costera 

Bosque de neblina montano bajo:  (450–840 msnm): Llega hasta la cumbre de los cerros San Sebastián y Salaite. El efecto de precipitación horizontal y la condensación de la humedad permiten el desarrollo de árboles de gran tamaño, y con mayor diversidad que la de los bosques semideciduos. La topografía es muy irregular y con pendientes abruptas; los suelos son franco arcillosos, poco profundos y con alto contenido de materia orgánica (7 %). El estrato superior sobrepasa los 20 m de alto y está cubierto por musgos y epífitas (helechos, bromelias y orquídeas), además, otras plantas de las familias Ericaceae y Gesneriaceae. El sotobosque es muy húmedo y está cubierto en su totalidad por helechos de los géneros Adiantum y Selaginella, y otras especies de las familias Piperaceae, Oxalidaceae, Araceae y Cyclanthaceae.

Entre las especies más representativas en el PNM, están: moral fino (Chlorophora tinctoria), hoja ancha (Pentagonia grandiflora), Carapa guianensis (Meliaceae), Alsophylla cuspidata, Cyathea bipinnatifina (Cyatheaceae); Asplundia peruviana (Cyclanthaceae), Alchornea iricurana, Hyeronima duckei (Euphorbiacaeae); Guzmania angustifolia (Bromeliaceae); Columnea densibracteata y C. minor (Gesneriaceae) y Cupania sp. (Sapindaceae).

Bosque semideciduo piemontano:  (100-300 msnm): Su vegetación crece en pendientes fuertes, de suelos pedregosos, y se encuentra dominada por especies espinosas que pierden sus hojas en algunas épocas del año, como: guayacán (Tabebuia chrysantha), bototillo (Cochlospermun vitifolium), Pseudolmedia rigida (Moraceae), guarumo (Cecropia litorales), Chrysophyllum argenteum (Sapotaceae). 

En áreas perturbadas son comunes Heliconia latispatha (Heliconiaceae), Piper amalago (Piperaceae) y Philodendron purpureoviride (Araceae); (Sierra 1999). Según los estudios realizados por Cerón y Montalvo (1998), Zambrano y Vargas (1998), las Islas de la Plata y Salango presentan dos tipos de formaciones vegetales:

  • Matorral seco litoral: Son características las asociaciones de especies como el rompeollas (Maytenus octogona) y monte salado (Cryptocarpus pyriformis), mientras que en los acantilados sobre el nivel del mar, se puede observar a Galvezia leucantha (Scrophulariaceae).
  • Matorral seco de tierras bajas: Se localiza a partir de los 20 msnm hasta el máximo altitudinal (120 msnm en la Isla de Salango y 167 msnm en la Isla de La Plata). La vegetación está compuesta por arbustos espinosos y árboles pequeños, ambos densamente cubiertos por liquenes (Rocella sp.). En la Isla Salango es notable la presencia de la familia Capparaceae y Cactaceae; mientras que en la Isla de la Plata son características la familia Capparaceae y Mimosaceae. El estrato herbáceo en ambas islas es denso en épocas húmedas, caracterizado por individuos de la familia Portulacaceae, Commelinaceae, Poaceae y Convolvulaceae; mientras que en épocas secas, el suelo queda sólo con árboles y arbustos caducifolios (Cerón y Montalvo 1998). Los estudios botánicos realizados por Cerón indican que en ambas islas la densidad es de 27 especies/ha. Las más comunes y frecuentes son: Capparis heterophylla, C. crotonoides (Capparaceae); Croton rivinifolius (Euphorbiaceae), Bursera graveolens (Burseraceae), Phithecellobium excelsum (Mimosaceae), Aspilia quinquenervis (Asteraceae), Byttneria glabrescens (Sterculiaceae), Cordia lutea, C. polyantha (Boraginaceae), entre otras.
FAUNA

La diversidad faunística del PNM, en las áreas marinas y terrestres, está representada por 81 especies de mamíferos, 270 de aves y 143 de peces.

Mamíferos: En el Parque se han identificado 69 especies de mamíferos terrestres. La mayor diversidad se concentra en los bosques secos tropicales pero se diferencian por zonas: alta o brumosa (sobre los 600 msnm, incluye los sectores de Mocora y San Sebastián) y baja o seca (desde 0–600 msnm, incluye Salaite y Agua Blanca).

En los bosques poco intervenidos de la zona alta, los mamíferos más representativos son: mono machín colorado (Cebus albifrons aequatorialis), venado encerado (Mazama americana), puercos sahinos (Pecari tajacu y Tayassu pecari), tigrillos (Leopardus pardalis, L. wiedii), armadillos (Dasypus novemcinctus, Cabassous centralis), cusumbo (Potos flavus), cuchucho (Nasua narica), oso lavador (Procyon cancrivorus), ardilla colorada12C (Sciurus granatensis), oso hormiguero (Tamandua mexicana), conejos (Sylvilagus brasiliensis), guanta (Cuniculus paca), guatusas (Dasyprocta punctata), entre otras.

El orden más abundante y diverso en esta zona es el de los murciélagos, con 21 especies. Los más comunes son: Artibeus fraterculus, A. hartii, Carollia brevicauda, Platyrrhinus helleri y Myotis sp. (Phyllostomidae). En cuanto a los mamíferos que habitan la zona baja se pueden mencionar: venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), perro de monte de Sechura (Lycalopex sechurae), ardilla sabanera (Sciurus stramineus), murciélagos (Artibeus fraterculus, Chiroderma villosum, Glossophaga longirostris, Desmodus rotundus). 

Cabe anotar que muchas especies registradas en la zona alta descienden en la época invernal. Es importante recalcar la mastofauna terrestre amenazada para tomar medidas de conservación o recuperación. El área marina, circundante al PNM, está representada por 12 especies de mamíferos, principalmente cetáceos (ballenas y delfines), pero, ocasionalmente, se avistan individuos solitarios de pinípedos (leones marinos).

En el grupo de los cetáceos los más representativos son: ballena jorobada (Megaptera novaeangliae, cachalote (Physeter macrocephalus), bufeo costero o nariz de botella (Tursiops truncatus), delfín común (Delphinus delphis), ballena piloto (Globicephala macrorhynchus), delfín manchado (Stenella attenuata).

Aves 

En el Parque se han registrado 270 especies de aves, que incluyen endémicas del Chocó, tumbesinas y de los bosques nublados andino (Freile y Santander 2005). El orden mejor representado es el de los Passeriformes y, dentro de este, la familia más diversa es Tyrannidae. Al igual que en el caso de los mamíferos terrestres, las aves se diferencian por zonas. Las principales especies de la zona alta son: perdiz (Crypturellus soui), gavilán valdivia (Herpetotheres cachinnans), pava (Penelope purpurascens), loro de cabeza negra (Pionus chalcopterus), colibríes (Thalurania colombica, Damophila julie), trogones (Trogon melanurus, T. collaris, T. violaceus), tucán (Aulacorhynchus haematopygus), carpintero negro (Dryocopus lineatus), trepatroncos castaño (Dendrocincla fuliginosa), bían bían (Euphonia laniirostris).

En la zona baja destacan especies típicas de los bosques secos, tales como: caracara cretado (Polyborus plancus), tucupilla (Columbina cruziana), viviña (Forpus coelestis), pedrote (Momotus momota), entre otras. Del total de aves terrestres registradas, existen algunas con categoría de amenaza, como se muestra en la tabla C-16. 

Las aves marinas se dividen en tres grupos: costeras, de la plataforma continental y de mares abiertos o pelágicos. En el grupo de las aves marino–costeras y de la plataforma continental, las especies mejor representadas son: pelícano (Pelecanus occidentalis), piquero de patas azules (Sula nebouxii), fragata mayor (Fregata magnificens), gallinazo de cabeza negra (Coragyps atratus), gallinazo de cabeza roja (Catharthes aura); águila pescadora (Pandion haliaetus).

Los pelícanos y piqueros son aves que se alimentan principalmente de peces y calamares que encuentran en mar abierto. Para conseguir su alimento es común observarlas volando a ras de agua o lanzándose desde considerables alturas. Ambas especies se caracterizan por conformar grandes colonias (Lasso 2005). Las aves del orden Procellariformes son exclusivamente pelágicas o de mar abierto, estas se alimentan en el océano y vuelan a la tierra para anidar. Un buen ejemplo son los albatros (Diomedea irrorata), que viven en pequeñas poblaciones en la Isla de La Plata.

Anfibios y reptiles 

La diversidad de anfibios en el PNM es baja y esto se relaciona con el hecho de que la mayor parte del área está ubicada en una zona seca, con un clima semidesértico que no favorece el desarrollo de los mismos. Sin embargo, se han registrado 15 especies de anfibios, destacando: Scinax quinquefasciatus, Trachycephalus venulosus (Hylidae) y Leptodactylus ventrimaculatus (Leptodactylidae), Ceratophrys stolzmanni (Ceratophryidae), reportadas recientemente Eleutherodactylus walkeri (Brachycephalidae), Engystomops pustulatus, E. montubio (Leptodactylidae), Epipedobates machalilla, Hyloxalus infraguttatus (Dendrobatidae) endémicas tanto para Ecuador como para la región tumbesina. Entre los reptiles se encuentran las lagartijas (Tropidurus occipitalis, Sternocercus iridescens), Ameiva septemlineata (Teiidae), las serpientes equis (Bothrops asper) y Leptodeira septentrionales).

En las playas del PNM anidan tres de las cuatro especies de tortugas marinas presentes en Ecuador: tortuga marina verde (Chelonia mydas agassizii), tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y tortuga marina de caparazón de cuero (Dermochelys coriacea). Lepidochelys olivacea ha sido reportada en la Isla de La Plata; al igual que la única especie de serpiente marina del Pacífico (Pelamis platurus).

Peces 

La ictiofauna del PNM se puede dividir en: peces de arrecife, pelágicos y demersales. Se registraron 143 especies de peces de arrecife, el 94% corresponde a peces óseos y el restante a peces cartilaginosos. Los primeros están representados por camotillos, bacalaos, serranos (Serranidae) y damiselas (Pomacentridae); los peces cartilaginosos reportados son: tiburones bañay (Ginglymostomatidae), rayas de aguijón (Dasyatidae), rayas guitarra (Rhinobatidae), rayas (Urolophidae, Rajidae), manta rayas (Mobulidae). En el grupo de los peces pelágicos y demersales se reportan 19 familias. Entre las especies más representativas se pueden mencionar: dorado (Coryphaena hippurus), picudo banderón (Istiophorus albicans), picudo negro (Makaira indica), tiburón martillo (Sphyrna zygaena), chaparras (Ophisthopterus sp.) y botellitas (Auxis thazard).

Invertebrados 

Los invertebrados presentes en las zonas intermareales son: de arenal y rocosas. En el primer grupo se destacan: Astropecten sp., Luidia columbia, Mellita longifissa (Echinodermata); Emerita analoga, Hippa sp. (Crustacea); Olivilla sp. (Mollusca). En el segundo grupo, las especies reportadas son: cangrejos fantasma (Ocypode occidentalis), gasterópodo (Olivella sp.), cirripedios (Balanus sp.), mitilidos (Brachiodontes semilaevis y Modiolus capax).

Entre los macro–invertebrados bentónicos de arrecife tenemos a los equinodermos y cnidarios. La fauna de equinodermos está representada por: erizos de mar regulares e irregulares (Echinoidea), con 37 especies; estrellas de mar (Asteroidea13C), con 44 especies; estrellas de mar de brazos frágiles (Ophiuroidea), con 74 especies; y pepinos de mar (Holothuroidea), con 38 especies. 

En el área marina del PNM, el 50 % de los equinodermos registrados pertenecen a la clase Echinoidea y son clasificados por sus características morfológicas y sus hábitos. Por ejemplo, los diademátidos presentan espinas largas, tamaño grande y hábitos activos; los toxopneústidos y tripneústidos tienen espinas pequeñas, tamaño grande y hábitos activos; los equinométridos poseen espinas pequeñas, tamaño pequeño y generalmente sus hábitos son sedentarios. 

Dentro de la clase Asteroidea se han reportado el 25 % de las especies de equinodermos. La estrella almohada panámica (Pentaceraster cumingi) y la estrella de mar piramidal (Pharia pyramidata) están presentes en la zona submareal en asociación con las plataformas de arena coralina fina, fondos rocosos y con parches de coral del género Tubastrea y Pocillopora. 

La clase Holothuroidea representa 13 % del total de equinodermos registrados. Las dos especies reportadas habitan aguas poco profundas: El Holothuria theeli, domina la zona intermareal rocosa y la submareal somera de fondos arenosos; mientras que el pepino de mar gigante (Isostichopus fuscus) presenta la mayor distribución y es una especie comercial.

Del Phylum de los cnidarios, el coral pétreo es el mejor representado, con especies tales como: Pocillopora damicornis, P. elegans (Pocilloporidae)14C Pavona clavus (Agaricidae), y coral corneo (Antipathes panamensis).

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